El sexismo se basa en la concepción que hombres y mujeres tienen actitudes y aptitudes distintas que los condicionan a realizar unas tareas concretas dentro de la sociedad.
El sexismo en el ámbito laboral:
La forma en la que el sexismo se manifiesta es mediante los estereotipos de género que en el ámbito laboral hacen que se excluya a las mujeres de determinados ámbitos productivos. Esta exclusión puede realizarse de forma consciente o inconsciente.
Las conductas sexistas infringen la legislación vigente en materia de acoso e igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, pero también pueden quedarse en un umbral oculto al ser actitudes que están normalizadas en una sociedad en la que la división sexual del trabajo sigue vigente.
Realizar una selección de personal con perspectiva de género que no discrimine a futuras personas candidatas por razón de sexo, genera un impacto dentro de la organización y en la sociedad en la que la organización tiene su actividad mercantil. La fuerza de trabajo femenina incorporada en las organizaciones genera una mejor adaptación al mercado de la oferta de productos y servicios, desarrolla la creatividad y la innovación de la plantilla, favorece la flexibilidad de la organización y mejora la imagen de la empresa frente a los clientes y la sociedad.
La importancia de los Planes de Igualdad para luchar contra el sexismo:
En el Plan de Igualdad se debe contemplar aspectos relativos a los procesos selectivos, ello dará a la organización mayores oportunidades para seleccionar y retener personas con talento. En el Plan de Igualdad se deben establecer las bases de todos los procesos y contemplar un seguimiento y revisión de la actividad para vigilar su cumplimiento.
Medidas concretas para luchar contra el sexismo en los procesos selectivos:
La Guía de buenas prácticas para la retención y atracción del talento del Instituto de las Mujeres del Ministerio de Igualdad, hay algunas medidas recomendadas para aplicar a la selección y promoción interna:
Descripción objetiva del puesto con los requisitos esenciales y la experiencia concreta requerida, ajustado a las necesidades y condiciones reales. | Utilización de lenguaje e imágenes inclusivas y no estereotipadas ni sesgadas. | Fomentar la utilización de procesos de selección despersonalizados, cuando sea posible. |
Especificación en la oferta de empleo que la entidad respeta y está comprometida con la promoción de la igualdad de género. | Recepción de candidaturas vía formularios analizados y estandarizados previamente. | Formación previa en Igualdad y sesgos de género al personal encargado de los procesos de selección y promoción. |
Redacción de procedimientos de selección (pruebas/entrevistas) y valoración de objetivos que eviten sesgos de género. | Selección de candidaturas finales según sexo menos representado en el departamento o unidad productiva. | Negociación de las condiciones de trabajo, incluido el salario, guiándonos por criterios neutros previamente establecidos, libres de sesgo de género. |